
Misión Burgos
El segundo viaje del IMSERSO que nos adjudicaron correspondía a «Capitales de Provincia» y fueron tres días -del 26 al 29 de Marzo- en el Hotel Crisol Puerta de Burgos.
Como el alojamiento era de media pensión -desayuno y cena- paramos en Aranda de Duero y aprovechamos para visitar el Centro Histórico y, de paso, buscar un sitio para comer que se resolvió a medias preguntando a ChatGPT y a algún paisano de la villa.
El Restaurante elegido fué el Asador El Pastor donde algunos dieron cuenta de un lechazo asado y otros se decantaron por bacalao al horno o chuletillas, todo ello de excelente calidad, acompañado de vino de la tierra y rematado por unos magníficos postres de la casa. Renunciamos a sobremesa y café porque habían informado a nuestra Community Voyager de que, aunque la mayoría de las bodegas no estaban disponibles para visitas quizás, si nos tomábamos un vino el El Lagar de Isilla, nos dejarían visitar la suya.
Nos dirigimos raudos al mencionado asador donde, mientras nos tomábamos los cafés -supusimos que daría igual café que vino- le preguntamos a la camarera si podíamos visitar su bodega y esta, muy amablemente, nos dijo que, en cuanto acabáramos la consumición, nos encendía la luz para que bajáramos a verla.
Las bodegas históricas de Aranda son cuevas a 12 metros bajo la ciudad, con múltiples pasillos, salas y recovecos que pudimos disfrutar con total tranquilidad y en las que tomamos, entre todos, un centenar de fotos.
Tras esta inesperada visita -que ya habíamos dado por perdida- y tras un corto paseo hasta el aparcamiento donde habíamos dejado los vehículos, continuamos viaje a Burgos para hacer el Check-in en el Hotel.
El jueves a primera hora visitamos el Museo de Burgos y, a las 12:15 nos dirigimos a la Catedral dende teníamos reservada una visita con guía.
Después de comer en el Gastro Bar La Fauna, muy bien por cierto, fuimos a visitar el Museo de la Evolución Humana y recorrer todas sus salas agotó nuestras fuerzas y no nos quedó mas remedio que volver al hotel y jugar al chinchón hasta la hora de la cena.
El viernes teníamos reservada visita a las 10.00 en el Monasterio de las Huelgas y tras la visita -que nos llevó aproximadamente una hora- nos encaminamos a Orbaneja del Castillo, un pueblo a poco mas de 60 Km de Burgos al que se llega por el Páramo de Masa lo que hace un tanto incómodo en viaje pero, pese a cualquier inconveniente, ha sido quizá la visita mas sorprendente de estos tres días porque la impresionante cascada, el pueblo muy limpio y cuidado y el espectacular horizonte rocoso nos dejó a todos gratamente sorprendidos.
Comimos muy bien en la taberna El Risco, en un comedor pequeño pero con unas vistas impresionantes.
De vuelta a Burgos rematamos la tarde en una visita a la Cartuja de Miraflores para volver al centro de Burgos a comprar la típica morcilla.
El sábado, después de desayunar y hacer el Check-out cuatro viajeros volvimos a Madrid y otros dos alargaron el viaje a Meruelo, pero eso ya es otra historia.